La Casa R&I nació de la ilusión y la valentía de una joven pareja, que entendió la forma de emanciparse como la oportunidad de construir un hogar a la medida perfecta de sus necesidades y a la vez, ocupar y rehabilitar una esquina del casco antiguo.























Situados en la esquina que forma el vértice entre la plaza posterior de la iglesia y una calle en bajada, La composición arquitectónica de la casa, viene dada por los factores que definen el entorno, las preexistencias y la intencionalidad de cómo habitar el carismático y genuino lugar. El desnivel que se genera entre ambos extremos del pequeño solar, de solo sesenta metros cuadrados, define la ubicación de los accesos y el diálogo entre la planta semisótano, con el núcleo de escaleras, el acceso principal y la primera planta de la casa.
La preexistencia de un edificio de mayor altura en el costado sur de la parcela, nos lleva a situar de forma longitudinal y continua, el núcleo de escaleras en esta medianera, generando un espacio de dilatación entre ese muro ciego y las diferentes estancias de la vivienda, dotándolas así de la mejor orientación en cuanto a iluminación, ventilación y vistas. Las diferentes oberturas, de proporciones cambiantes, nos transportan al lugar al que podemos llegar con nuestra mirada, como si cada una de ellas se tratase de una obra de arte.
Por otro lado, la búsqueda de la privacidad nos hace elevar la planta de vida a la zona más alta y acaba de configurar el programa del edificio. Las privilegiadas y tranquilas vistas hacia la plaza, provocan que la terraza se sitúe en este extremo de la planta, generando un doble espacio que nos vincula con la gran terraza superior, ayudando al acceso directo del sol hacia el interior de la vivienda.